Esta versión del Museo Imposible de las Cosas Vivas se despliega como una intrincada narrativa objetual sobre la reciente controversia marítima chileno- peruana, que resultó en un área de 300m de terreno sin reclamar. La instalación reúne intervenciones sobre  imágenes y objetos (por medio de elementos gráficos y montajes), como una manera de evocar el status actual de esta situación territorial, política y cultural.  La exposición toma su nombre de la denominación periodística sobre este caso territorial y marítimo. Las impresiones fotográficas pueden contar capítulos de esta historia: las percepciones que se han tenido sobre ella, así como datos sobre personajes clave, fechas y otros aspectos específicos de este episodio. Al lado de cada elemento de la instalación existirá una "etiqueta museológica" con detalles factuales sobre el objeto. La instalación también retoma la serie de acontecimientos históricos que rodean a este episodio, que se remontan a la Guerra del Pacífico en el Siglo XI, en un intento por construir una arqueología hipotética sobre esta situación. En alusión a la invisibilidad implícita de los artefactos relacionados con el caso, la construcción de estos hipotéticos objetos (como artefactos) - a partir de materiales locales y populares que se encuentran en la vida cotidiana - también puede referirse indirectamente a los momentos de visibilidad sociocultural y político vinculados a esta disputa. Sirviendo como una estructura de visualización 'artefactos' de docu-ficción, la instalación general funciona conceptualmente en diversos momentos y situaciones con respecto a esta zona en disputa, y también toca en algunos de sus puntos invisibles de contacto.